SSD M.2 NVMe
Hay un dicho muy extendido en el mundo de la informática que dice que existe una manera muy sencilla y fácil de devolver a la vida un viejo PC, y no es otra que sustituir el viejo disco duro por una unidad de estado sólido, un SSD.
Estos discos de estado solido superan en velocidad a los discos duros mecánicos convencionales ayudando de esta manera a que el sistema operativo sea más fluido y funcional, esta es la razón por lo que un viejo PC mejora al instante.
Los discos SSD han ido evolucionando, por un lado, siendo cada vez más compactos y ligeros y por otro aumentando la velocidad de transferencia de los 560 MBs por segundo aproximados que puede alcanzar un SSD con SATA III, hasta los 2500 MBs por segundo de algunos SSD con protocolo M.2 NVMe
¿Qué es un SSD M.2 NVMe?
Para que se entienda mejor, un poco de historia, los primeros SSDs basados en memoria flash utilizaban las interfaces que había disponibles en ese momento, SATA y SAS.
La interfaz SATA y SAS tenían un problema, no conseguían velocidades de transferencia altas y para solucionar esto, se terminó utilizando la interfaz PCI-Express que, aunque no estaba diseñada inicialmente para ello, es mucho más rápida.
La interfaz PCI-Express no es nueva, es la que utilizan las tarjetas gráficas, las tarjetas de sonido, de red y muchas otras tarjetas y adaptadores.
La interfaz SATA y SAS tenían un problema, no conseguían velocidades de transferencia altas y para solucionar esto, se terminó utilizando la interfaz PCI-Express que, aunque no estaba diseñada inicialmente para ello, es mucho más rápida.
La interfaz PCI-Express no es nueva, es la que utilizan las tarjetas gráficas, las tarjetas de sonido, de red y muchas otras tarjetas y adaptadores.
La gran ventaja de utilizar la interfaz PCI-Express es que se conectan directamente al procesador, proporcionando unos tiempos de acceso similares a los de la memoria RAM.
Para que un disco de almacenamiento pudiera usar esta interfaz, era necesario tener un firmware específico para poder tener compatibilidad con los PC. Por este motivo, se creó el protocolo NVMe.
Si te fijas las unidades de almacenamiento M.2, son muy parecidas a las memorias de las tarjetas gráficas.
El sistema de almacenamiento de alto rendimiento con protocolo NVMe consigue unas velocidades que aprovechan al máximo la interfaz PCI-Express sin saturar en ningún momento al procesador.
Eso si, tienen un pequeño inconveniente, se calientan mucho, por lo que es necesario que las carcasas que lo contienen estén preparadas para disipar bien el calor.
SSD externo Orico IV300 i-Match
Debido a la popularidad y a la gran velocidad de transferencia que soportan, las unidades NVMe también se utilizan en formato bolsillo sustituyendo las memorias USB tradicionales, pudiendo de esta forma llevar siempre contigo los datos que más necesites.
Un ejemplo de ello es el Orico IV300 i-Match, SSD portátil USB 3.1 Gen2 Type-C.
Un dispositivo portátil con un tamaño: 68,8 (largo) mm * 32 (ancho) mm * 10,4 (alto) mm y un peso de 35 gramos.
Está disponible en cuatro colores diferentes, negro, rojo azul y plateado pudiendo elegir entre tres capacidades diferentes 250 GB, 500 GB y 1 TB.
El cuerpo es de metal y en uno de sus extremos tenemos un agujero para insertar un cordón o correa para el cuello (no se suministra dentro del paquete).
Es compatible con Windows, MacOS, Linux y Android.
Al contener en su interior una unidad NVMe 1.3 (en formato M.2), el dispositivo es capaz de transferir hasta 940 MB/s en lectura y 900 MB/s en escritura.
Estos valores de alta velocidad de transferencia se darán siempre que esté conectado a un dispositivo equipado con una interfaz USB rápida (equipados con un puerto USB de 10 Gbps).
Es obvio que conectar el SSD Orico a dispositivos que no son compatibles con SuperSpeed 10 (USB Gen2) experimentará un rendimiento significativamente menor: con las interfaces USB Gen1 (5 Gbps) no excederá los 500 MB/s en lectura y escritura.
En la caja nos encontramos con la unidad SSD NVME externa, dos tipos de cables: USB-C y USB-A, una guía de usuario y una tarjeta de agradecimiento de parte de la empresa Orico.
El SSD tiene un puerto USB tipo C y gracias a estos dos cables se puede conectar el dispositivo de almacenamiento a cualquier sistema de escritorio, portátil, tableta y teléfono inteligente. (los Smartphone de Apple no son compatibles).
Al lado del conector USB-C tiene una pequeña luz led que indica su actividad.
Ya vimos que los sistemas de almacenamiento con protocolo NVMe se calientan.
El SSD externo Orico IV300 experimenta un aumento de la temperatura de la carcasa exterior cuando está sujeto a cargas de trabajo particularmente pesadas, como copiar cientos de gigabytes de datos.
En conclusión, es un dispositivo muy cómodo de llevar que me permite realizar copias de seguridad rápidas de una gran cantidad de fotos y videos.
Este SSD es perfecto para editar videos de alta resolución y almacenar archivos de imagen y lo uso mucho cuando trabajo en mi computadora de escritorio y por la noche quiero seguir editando en el sofá con mi computadora portátil.
Después de 10 minutos de inactividad, el NVME-SSD pasará automáticamente al modo de suspensión, prolongando de esta forma su la vida útil.
Tiene mejor rendimiento que una memoria USB y es compatible con computadoras de nueva generación y antiguas gracias a los dos tipos de cables que suministra.
Las unidades SSDs NVMe son sin ninguna duda el futuro de los sistemas de almacenamiento informático.
En este vídeo te muestro como gestionar como un profesional tus archivos de Caché y cómo con una pequeña inversión en un disco SSD, tus ediciones van a ir como un cohete 🚀.
La Banda Sonora de tus Vídeos
Prueba gratuita de 30 días. Cancela en cualquier momento.
Super bien explicado, como nos tienes acostumbrado Antonio, se puede usar este disco Orico como caché de Premiere.
Gracias por el artículo, me has despejado muchas dudas, ya tengo mi regalo de Navidades, necesitaba un disco externo pequeño y rápido. Me quedo con el de 250 Gb negro. Saludos